El cuerpo grita lo que el alma calla
Algo que me ha sorprendido de mi experiencia en el ecosistema emprendedor es la capacidad de desconexión emocional, percibida como un valor positivo, aparentemente al servicio de la eficiencia.
La urgencia por pivotar rápido, tomar decisiones mientras tengamos caja, y llevar al negocio al siguiente escalón nos conduce muchas veces a desaprovechar el potencial completo que nos da nuestro cerebro en todo su conjunto y eso muy eficiente no es.
La teoría de McLean explica que el cerebro humano está compuesto por 3 áreas diferenciadas que necesitan entenderse bien para estar en paz.
El cerebro reptiliano, encargado de funciones básicas como regulación del ritmo cardíaco, respiración, temperatura corporal y del movimiento.
El sistema límbico, responsable de las emociones y la motivación.
El neocórtex, a cargo de las funciones cognitivas más complejas como el pensamiento abstracto y el lenguaje.
Nuestro cerebro necesita coherencia entre estas tres partes y eso es lo que va a dar sentido coherente a la relación entre lo que siento, lo que pienso y lo que hago.
Sin embargo, muy habitualmente los emprendedores y emprendedoras hacemos “off” con nuestro sistema límbico, es decir en nuestro cerebro emocional. Lo hacemos porque suele ser la voz que más nos incomoda, la que nos frena, y entonces comenzamos a tomar decisiones y a actuar sin tener en cuenta los mensajes que nos trae:
Igual siento miedo, incertidumbre o frustración porque la situación de mi empresa me está desbordando.
Pero no me doy permiso para poner esas palabras en mi pensamiento porque me asusto y creo que eso me va a paralizar, así que me desconecto, decido ignorar esas emociones y contarme que tengo que estar bien y seguir adelante sin pensar en esto que siento.
Y entonces despliego toda mi energía al servicio de conseguir algo desde la desconexión.
Con este coctel bomba mi cerebro va a tirar hacia adelante, sí, pero ignorando una parte muy importante de mi ser… Hasta que llega un momento en que se cortocircuita y empieza a mandarme señales más potentes: estrés, enfado, insomnio, dolores de cabeza, etc. Todos ellos gritos de mi organismo, somatizaciones que me mandan el mensaje de: “Algo no está bien… revísalo antes de que esto se convierta en un nudo difícil de desenredar”.
Y este es un circuito complicado porque el emprendedor, cuanto más ruido siente más energía pone en seguir haciendo cosas para acallar ese malestar. La buena noticia es que el cuerpo tiende a la salud y aunque te resistas, tu cuerpo no va a dejar de enviarte mensajes hasta que lo escuches. Y si no lo haces, lo hará él por ti y te obligará de una u otra manera a parar y a escuchar. Pero ten en cuenta que ahí ya será todo mucho más complicado.
¿Cómo buscar esa paz?
La desconexión emocional no es una buena compañera para tu equilibrio mental. Escucha a tu cerebro emocional siempre; es tu aliado, está aquí para protegerte, cualquier emoción que sientas te está dando un mensaje valioso que hay que escuchar para poder afrontarlo. Si no lo haces, estás obligando a tu organismo a decírtelo de otra manera. El cuerpo grita lo que el alma calla.
Busca coherencia entre tus 3 cerebros y cambia los ¡Tengo que! por los ¿qué siento?, ¿qué pienso?, ¿qué necesito yo? y sopesa con qué recursos cuentas para afrontar la situación. Hazlo en todas las áreas de tu vida, en el ámbito profesional y en el personal.
Autocuidado, asegura que los básicos están bajo control: el sueño, la alimentación y el ejercicio físico son elementos de autorregulación muy potentes que deben estar constantemente entre nuestras prioridades. Y si además meditas ¡mejor que mejor!
Y siempre, siempre, apóyate en las personas cercanas a ti. Tus relaciones son un bastión fundamental para tu equilibrio emocional. El Estudio sobre Desarrollo Adulto de la Universidad de Harvard confirma que las personas más felices son aquellas que mantienen relaciones de calidad. Si esto va bien, nuestra salud mental está más protegida. Ponle foco y energía que tu bienestar está en juego.
Ana Payo
Psicóloga Sanitaria I Cofundadora de wefeelgame.com y de Supiha Psicólogos