Qué es la fatiga mental o cerebral y cómo saber si la estás padeciendo
La fatiga mental (o fatiga cognitiva), es un estado que resulta de periodos prolongados de actividad cognitiva, llevando a una disminución en el rendimiento mental y a una sensación subjetiva de cansancio, falta de energía o agotamiento. Puede entenderse como el resultado de un desequilibrio en la economía energética del cerebro, donde la demanda supera la disponibilidad o al uso eficiente de los recursos energéticos.
Las principales manifestaciones de la Fatiga Mental son:
Disminución en la capacidad de concentración y atención sostenida.
Reducción en la velocidad de procesamiento de información.
Dificultad en la toma de decisiones y en la resolución de problemas.
Aumento de errores en tareas que normalmente se realizan sin dificultad.
Sensación de agotamiento o cansancio que no se alivia con el descanso físico.
Irritabilidad, falta de motivación y cambios en el estado de ánimo.
Hemos revisado la literatura para identificar los factores de vida que influyen directa o indirectamente en la fatiga mental y hemos desarrollado un cuestionario centrado en 13 factores clave que te invitamos a rellenar en esta newsletter o desde la home de nuestra web. A continuación recibirás tus resultados personalizados vía email.
Entre esos 13 factores, destaca uno esencial: el sueño. La calidad y cantidad de sueño afectan directamente funciones cognitivas como la memoria, la atención, la fluidez verbal y la toma de decisiones. Probablemente sea uno de los factores más importantes para mantener un cerebro sano y es, sin duda, uno de los aspectos más maltratados cuando decidimos emprender. Ten muy claro que dormir menos de 7-8 horas de media tiene un altísimo impacto para tu rendimiento mental.
Desde una perspectiva cerebral, la alimentación también es crucial. Como regla general, si después de comer sientes somnolencia, podría deberse a una falta de sueño, pero también a que el tipo de comida que consumiste no es el adecuado para ti. Muchas veces abusamos de carbohidratos o alimentos procesados que, literalmente, agotan nuestros recursos cerebrales.
La gestión del estrés es otro aspecto fundamental. Realizar tareas bajo un nivel de estrés elevado agota los recursos mentales. Por eso, técnicas como la respiración, la meditación o la relajación han demostrado ser efectivas en personas que experimentan fatiga mental diaria. Estrategias como tomar descansos programados a lo largo del día pueden ser muy útiles para mantener un estado de claridad mental razonable. Un buen símil podría ser el levantamiento de pesas: cuando alcanzas el fallo muscular en un ejercicio de fuerza, te es imposible seguir levantando peso, por pequeño que sea. La idea es evitar llegar al “fallo cerebral” durante el día, permitiéndote hacer micro descansos que ayuden a revertir, aunque sea en parte, el desgaste acumulado.
La actividad física es esencial para el cerebro. El ejercicio tiene un impacto profundo en el metabolismo, que afecta a todas las células del cuerpo. Al optimizar los sistemas de suministro de energía y eliminación de desechos, las células cerebrales, que consumen enormes cantidades de energía y generan grandes cantidades de residuos, se benefician enormemente.
Verás que hay otros elementos del estilo de vida en el test, quizá menos evidentes, que también pueden influir de manera significativa en tu “calidad mental”. En el día a día de un emprendedor, gestionar la energía es más importante que gestionar el tiempo, porque, admitámoslo, sin energía no hay posibilidad de llevar nada a cabo.
Este test ha sido elaborado a partir de estudios que demuestran cómo diversos aspectos del estilo de vida influyen en la fatiga mental. Su propósito es ofrecerte un cuestionario que te permita identificar qué elementos de tu rutina diaria podrían estar afectando tu estado mental y poder corregirlos.
Es cierto que las causas de la fatiga mental no siempre se deben a factores relacionados con el estilo de vida. En ocasiones, intervienen contaminantes ambientales, enfermedades o desequilibrios hormonales que también pueden ser responsables. Sin embargo, es común que nuestra manera de afrontar las tareas cotidianas, con altos niveles de estrés, o ciertos hábitos poco saludables, como la falta de sueño o la ausencia de actividad física, contribuyan a esa sensación de agotamiento o “niebla mental” incluso después de las primeras horas del día.
En cualquier caso, aunque la causa principal de la fatiga mental fuese un factor más complejo como por ejemplo una enfermedad difícil de tratar, adoptar un estilo de vida más saludable siempre mejora la calidad de vida y tu rendimiento cerebral. No importa el origen del cansancio, los pequeños ajustes en el día a día pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.
Guastavo Diex
Fundador de NirakaraLab, cofundador de Ancla.life e Investigador en neurociencia cognitiva.