ROMPIENDO MITOS EN SAN VALENTÍN
Celebramos recientemente S. Valentín, día en que nos enfrentamos a todos los tópicos sobre lo que “debería” ser una relación de pareja. De todos ellos, uno de los aspectos que mayor conflicto emocional genera tiene que ver con la intimidad sexual de la pareja. Es un tema bastante tabú aún, que trae a muchas personas a consulta.
Hablemos de ello
El Dr. Gottman, Profesor de Psicología en la Universidad de Washington y director de la investigación más extensa que se ha hecho sobre relaciones de pareja a lo largo de toda la historia con más de 3.000 casos analizados, concluye que la intimidad sexual juega un papel importante, pero no fundamental, para construir relaciones satisfactorias.
Cuando la relación va bien, las parejas colocan este elemento en la posición 10 de importancia para ellas. Sin embargo el sexo es el factor que primero se deteriora cuando hay un conflicto en la relación, aunque la mayoría de las veces no suele ser el problema de fondo.
Si hablamos de patrones de género, con frecuencia ocurre que los hombres buscan el contacto físico para sentir a su pareja más cerca, pero las mujeres suelen necesitar sentir cercanía emocional para que aparezca el deseo. Dos formas diferentes de llegar a la intimidad sexual que a veces generan desajuste en la relación.
Pero esta generalidad, no siempre es así. En consulta vemos también a muchos hombres que no se ajustan a estos patrones y que se sienten mal por no tener tanto deseo como sería esperable, o a parejas preocupadas por la falta de libido en la relación.
Un dato interesante: entorno al 15% de las parejas de más de 45 años no tiene relaciones sexuales, o no habitualmente, pero entorno a la mitad de ellas no están descontentas con su relación. Generalmente suele ser el hombre el primero en renunciar a esto porque puede comenzar a sentir cierta inseguridad en cuanto a su potencia sexual. Evitar el sexo es una forma de no afrontar este miedo.
Pero además de la edad, el factor estrella que merma nuestra libido es muy conocido por emprendedores y emprendedoras: el estrés.
Un estrés que el emprendedor suele vivir en modo de aislamiento y desconexión emocional de amigos, familia y, cómo no, también de su pareja. La inestabilidad emocional que vivimos los emprendedores nos puede llevar a buscar encuentros casuales donde no encontramos receptividad, o incluso, abandonar estos acercamientos por falta de energía o miedo a “fracasar”.
Rompamos mitos
En esto no existen cuotas. La pareja va a pasar por diferentes momentos vitales, situaciones personales, de trabajo, etc. que pueden impactar en tu deseo sexual. No te asustes, los cambios son normales, no siempre vamos a mantener la misma intensidad.
Cada pareja es un universo, la vivencia de la sexualidad es totalmente subjetiva e íntima para cada persona. En esta vivencia se ponen en juego la parte afectiva (emociones), sensorial (sensaciones corporales), íntima (vivencia personal) y recompensa (efecto reforzante de la experiencia). Desapégate de estereotipos en cuanto al tipo de prácticas, frecuencia, etc. Lo importante es que esa vivencia sea satisfactoria para tí y tu pareja.
Ten la mente abierta, la intimidad sexual no termina siempre de la misma manera. Hay infinitas formas de conectar y disfrutar con tu pareja.
Eso sí, si quieres tener una vida sexual activa y acorde a vuestras expectativas, tenéis que poner este elemento en la ecuación. En una vida ocupada como la de los emprendedores, los encuentros rara vez ocurren porque sí. Planifícalos y crea el entorno adecuado para que se produzca ese acercamiento con tu pareja.
Y no pierdas de vista que, aunque todo esto es relevante, el factor más importante para que la pareja perdure de forma satisfactoria en el tiempo tiene que ver con la amistad y la complicidad en la relación. Y eso también hay que trabajarlo.
Ana Payo Calderón
Psicóloga sanitaria I Cofundadora de wefeelgame.com y de Supiha Psicólogos