Muchos dejan que su malestar sea absolutamente insoportable y entonces es cuando planifican un cambio global y radical en sus vidas. Algunos lo consiguen cuando su vida les ha dado un aviso serio que les obliga a parar y les mete miedo. Sin embargo, la gran mayoría fracasa en sus buenos propósitos porque experimentan una suerte de frustración al no ver los resultados que ellos desearían con la prisa que desean. Sin embargo el cambio es un juego divertido si sabes plantearlo.
Tras muchas investigaciones, ahora sabemos que se debe a que piensan que deberían saber hacerlo y tener esos resultados enseguida. Lo viven como una falla en su personalidad y dejan de intentarlo.
Según Zenón, el pensador de la Roma antigua: "El bienestar se consigue con pequeños pasos, pero en realidad no es poca cosa”. La constancia es más importante que lo que haces. Una rutina de ejercicio o de sueño subóptimas a las que te ciñas siempre, serán mucho mejor que una rutina óptima a la que no te ciñas.
Debemos centrarnos en la acción incremental en lugar de intentar hacer un gran cambio en nuestras vidas u obtener un gran resultado. Epicteto llamaba a esto "alimentar la hoguera del hábito". Me gustaría profundizar un poco más en esta idea porque conseguir que tu mentalidad sea la correcta es clave si quieres ser constante con este ejercicio y demasiada gente se siente abrumada por intentar que todo salga bien. Y es que no necesitas hacerlo todo bien, simplemente tienes que empezar a ver todo esto como una práctica, práctica que te muestra cosas de ti que, quizás, incluso desconocías.
Por lo tanto, estar sano es cuestión de práctica. Se trata de practicar yendo al gimnasio, comiendo más proteínas, dando más pasos y acostándote más temprano. No busques la perfección. No se trata de que lo intentes… se trata de que practiques. Practica ser la persona que sabes que puedes ser. Mejora en las áreas a las que la mayoría de la gente no presta atención. Esas cosas que haces cuando nadie te mira.
Cuando fracases no lo veas como un fallo, míralo como una oportunidad de aprendizaje. ¿Qué salió mal? ¿Qué puedes cambiar para que vaya mejor la próxima vez? Además, piensa que, cosas como la báscula, son estupendas medidas objetivas para seguir tu progreso y asegurarte de que vas por el buen camino, pero no son infalibles y tampoco son un reflejo de quién eres como persona. La báscula no determina tu valía, la báscula te arroja un número.
Para lograr integrar nuevas formas de ser hay que desarrollar un conjunto de habilidades, no se trata de grabarlas con el escoplo de la fuerza de voluntad o la disciplina porque si no, a la mínima, tu mente volverá a su zona de confort, pues da igual la dureza con que te trates.
Mejor que juzgar por el rendimiento y frustrarte, es sentir curiosidad. Percibe el cambio de comportamiento como tu propio experimento de vida y siente curiosidad por el proceso. No hay fracaso. Es una experiencia de aprendizaje jugando a encontrar las claves de lo que está detrás de tu resistencia o tu facilidad para hacer algo.
Lo que importa es que te conozcas y practiques estar saludable. Eso es todo. Construye la confianza de hacer mejores elecciones, pero hazlo elección a elección. Cuando hagas una buena elección, ¡recompénsate! Celebra, aunque sea para tus adentros, que ha sido una gran elección que apoya tus objetivos.
Trabaja para fortalecerte y aprender a ser tu mejor versión y los resultados están garantizados. Aprende a dirigirte. Céntrate en guiarte por el camino correcto. Aunque para eso, al principio, lo más sensato es contar con alguien experto que te guíe y te apoye en encontrar tus claves. Las de tu mente y las de tu biología.
En lugar de aspirar a un determinado peso corporal o porcentaje de grasa corporal, aspira al autodominio. Aspira a ser la mejor versión de ti que puedas llegar a ser y a mejorar poco a poco, día a día. Considera los retos como oportunidades para mejorar y vive estos valores en todos los aspectos de tu vida.
En definitiva, no estamos inventando la rueda… Ryan Holiday, el gurú de los estoicos modernos, ya dijo que "Crear cualquier cosa de magnitud requiere un trabajo deliberado, incremental y constante. Al principio, puede parecer que estos esfuerzos no suponen gran cosa pero, con el tiempo, se acumulan y luego se componen unos sobre otros. Ya sea un hormiguero, una estalagmita, un libro o un negocio, de los humildes comienzos surgen resultados impresionantes”.
Magnífico post sobre la importancia de los hábitos y su práctica para una vida saludable. Gracias :)